13.1.08

Convertir el movimiento en luz: Étienne Jules Marey (1839-1904)

[Parece que flickr se ha caído y tenía en el horno este artículo, sobre uno de mis fotógrafos favoritos. Así que lo cuelgo antes de que se queme!]

Precursor del cine, este médico francés se empeñó en usar la fotografía para registrar las diferentes fases del movimiento. Primero en una sola placa y sobre un fondo completamente negro y más tarde con la película de celuloide.

¿Por qué sigue resultando tan fascinante?


Debía ser un tipo muy especial, ya que para conseguir registrar el movimiento inventó un montón de aparatos fantásticos. Y... ¿a quién no le gustan los cacharros?

Además, muchas de sus obras son de una belleza espectacular e irrepetible. No creo que nadie haga ahora cronofotografías utilizando sus técnicas y aparatos.

Aunque el cine (y los documentales) parecen habernos permitido la repetición del movimiento... sus disecciones siguen mostrándonos cosas que no podemos ver y para las que la ni siquiera la cámara lenta ofrece una descripción tan precisa.

Así nos ha dejado bellísimos documentos sobre la locomoción el caballo, el movimiento del cuerpo humano, el aterrizaje de un pelícano, el vuelo de una raya en el agua...

Más información:
  • Cine-ojo Weblog Artículo en puritito español
  • Página de E.J.Marey. Francés o inglés. Sus fotos, algunos de sus filmes, biografía, aparatos...
  • Wikipedia. Pequeño artículo en español. En la wikipedia en francés hay bastante más información.

9.1.08

Lo que odio de según que fotos.

No aprenderé nunca a hacer fotos como Tommy Oshima, John Gladdys, Amalava o Esco&Guilmon. Puedo soportarlo, aunque hacerlo sea difícil y lo consiga sólo a costa de madurez.
Lo que no soporto, ni aguanto, ni admiro -faltaría más-es algunas fotos y algunos fotógrafos aficionados que se mueven por el mundo virtual con una corte de admiradores que babean a su paso creyendo que merecen ser considerados artistas.
Para acordarme de que nunca, nunca, debo hacer nada parecido... he hecho una lista de las cosas que más odio:
  1. Los tópicos. Vamos, mostrar la vejez y la soledad, las nubecitas del atardecer, los retratos de señoras monas, o de cachorros simpáticos y de niños tiernos... Grrrr.
  2. La fotografía social. Robar fotos de pobres, viejos e inmigrantes para algunos es la manera de hacer fotografía denuncia. Manda huevos. En mi país todos sabemos que hay vagabundos, pero a ver quién es el guapo que roba fotos de gente -ejem- poderosa mostrando lo que sólo el dinero permite hacer, o de vendedores del corte inglés en un momento de escaqueo. ¿*Social* una foto del señor que se queda traspuesto en la plaza después de haberse tomado su dosis de don simón? Ya.
  3. Las fotos de cosas bonitas pretendiendo ser fotos bonitas. Esto lo escribo sin acritú, porque las cosas bellas *deben* ser compartidas. Pero una foto de una rosa no es... enfin. Ni tiene porqué ser bella (por qué demonios va a tener que serlo) ni lo es automáticamente (eso desde luego).
  4. Las fotos que se editan hasta parecer ser de otra persona o de otro lugar. La edición de fotos es una maravilla..... pero... Sevilla no tiene atardeceres rojos sobre los puentes, no todos los modelos tienen los ojos claros, no todos los paisajes tienen el color verde del amazonas más profundo. Si no te gusta mirar lo que tienes alrededor, o viajas o es mejor que no te dediques a la fotografía. Vamos, que queda el macramé y la pintur al óleo para llenar las tardes.
  5. Las fotos con los colores sobresaturados de forma gratuita. Que no digo yo que siempre esté mal, lo que digo es que si alguien satura sieeeeeeempre sus fotos probablemente es un tontolculo sin remedio.
  6. Las fotos que hay que ver *en pequeñito*. Flickr está lleno de fotos que en tamaño pequeño llaman la atención, aunque no siempre aguantan un ampliación a tamaño pantalla. Ah, trampositoooos. :)))
Bueno, continuará. Pero temía quedarme con el odio dentro, por si aquello de morderse la lengua y envenenarse.