26.7.06

Ozú, qué calor.

Cada año vuelven a mosquearnos las mismas cosas. Que si en verano hace calor, que si en invierno frío...

Pero discutiendo con un amigo sobre si este año hacía más o menos calor que los veranos anteriores ha aparecido un nuevo ingrediente: podemos tener datos y dejar de confiar en la memoria. Cualquiera puede saber qué temperaturas ha hecho en su ciudad en los últimos 5 años consultando internet. Yo he buscado en http://www.wunderground.com/

Ea, ya tenemos los datos. Los importamos a una hoja de cálculo. Eso sí, en Farenheit.
Vaaale. Buscamos en Wikipedia la fórmula para pasar a Celsius, la introducimos en la hoja de cálculo y... ¡tachan! ya tenemos las temperaturas traducidas.


Eso sí, la tablita de marras ayuda poco en la discusión acerca de si este verano hace más o menos calor.... Hay que echar un poquito más de "trabajo". ¿Qué entendemos por más calor? Hay una distinción fundamental, no es lo mismo que por el día haga 30º que esa sea la temperatura a las doce de la noche. Consideraremos que de día, menos de 33º de máxima es "fresquito", hasta 40º es calentito pero normal y más de 40º es lo que se dice calor. Por la noche (las minimas), fresquito sería menos de 20º, entre 20 y 22º calentito y más de 22º una pasada que te impide dormir y te pone de mala hostia. Identificas estas condiciones en la hoja de cálculo con un código de color y... ¡tachán 2!...

Está claro: en 2006 no es que esté haciendo más calor de día... es que las noches son bastante insoportables desde el 7 de julio... Total, que este verano es más insoportable que otros.

Y este, el del calor, debe ser un tema de discusión desde la antigua Roma como mínimo. Pero es que la tecnología está cambiando muchas cosas en cómo funciona el pensamiento humano.
  1. Los datos externos (a nuestro cerebro), ordenados y accesible nos convierte en seres con supermemoria.
  2. La capacidad de procesamiento externa (a través de una hoja de cálculo, por ejemplo) nos permite ser mucho más rápidos e inteligentes, ya que podemos verificar varias hipótesis en un tiempo razonable y así aprender de la experiencia.
  3. La utilización de un visor externo común que permite no sólo observar el resultado (la última hoja de cálculo) de una forma cómoda para el cerebro (ahí los colores ayudan) sino también cómo lo hemos procesado (en la propia hoja está la fórmula) nos facilita comunicarnos con otros a unos niveles impensables. Prácticamente en telépatas.
Fascinante, ¿no?.
Los que piensen que son obviedades, antes de juzgarme, que recuerden la que lió Newton porque vio caer una manzana. Los que piensen que me estoy tomando alguna substancia ilegal y caducada, que piensen que va a ser más bien efecto del calor....

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

PLAS PLAS PLAS PLAS.... los del Instituto Alfalfeño del Clima se deben estar mordiendo los codillos de envidia... jejejeje...

julio 27, 2006 12:10 p. m.  
Blogger Peribanyez said...

Hombre, ¡ya quisiera llegar yo a las suelas de sus zapatos!

Gracias por la comparación, eso sí.

julio 27, 2006 1:48 p. m.  

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