23.4.07

Poseida por el bibliotecario que estaba dentro.

Imagino que debe ser por esa razón, estar poseída por el bicliotecario ese que está en nuestro interior, que últimamente no paro de darle vueltas a una idea.

Las personas jóvenes pueden ordenar sus experiencias por orden cronógico, sin dificultad. Al hacernos mayores se va haciendo más difícil saber qué fue antes o despues y los recuerdos se ordenan por otro tipo de categorías como "las novias que ha tenido nosequién" o "todas veces que fui de vacaciones fuera de españa".

Como hacerse mayor, y viejo ni te digo, es una cosa bastante mal vista, este cambio se ve como una pérdida en vez de como el resultado de una organización claramente superior de la experiencia. Vendría a ser parecido a guardar las fotos, si tenemos 200 fotos no hace falta ordenarlas. Si tenemos 2000 quizá sea suficiente con ordenarlas por año y motivo. Pero si tenemos 20000, hay que encontrar métodos mejores para recuperarlas a voluntad. Se podrían ordenar por personas, ciudades, tipos... El tiempo -cuándo la hicimos- pierde importancia como pista para poder identificar dónde está esa foto que deseamos.

Bueno, pues esa es la tesis de hoy. No será brillante, pero esto tampoco es un cásting pa premio nobel. :))