17.12.05

La calle es de todos. También en Barcelona.


Pues sí. La cultura es un patrimonio común, y no de los inventores del copyright, y la calle es de todos. (Añadiría que mi casa, además, es mi reino... pero es que vivo de alquiler y no creo que se entienda fácilmente). La cuestión es que no todo el mundo lo sabe. Por ejemplo, el señor Clos.

Lo siento, pero la Barcelona que imaginan los mandatarios no tiene nada que ver con la ciudad libre y de todos que los barceloneses construyen día a día. Y, para los que no vivimos allí, es un peligroso antecedente lo de ver remojar las barbas del vecino.

El Sr. Clos, con la complicidad de los bienpensantes, ha decidido que su ciudad debe ser ejemplo de civismo. Y nada mejor que prohibir todo lo que está feo: criminalizar la pobreza y la protesta política y recortar los derechos sociales.

Traducir sería fácil. Pero prefiero dejar el vínculo en catalán. Venga, que no cuesta tanto de entender y leer en catalán (o beber cava) no provoca ningún tipo de ronchas:
La calle es de todos/El carrer es de tothom.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

De lo que se trata es de que la burguesía condal no lo vea; que exista o no, les importa un bledo, pero que no se vea. Ay, estos burguesitos de medio pelo alalimón de los mediopensionistas mentales del socialismo obrero. Ay.

diciembre 19, 2005 8:53 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Oerdón, "alalimón CON"... no "de". Ay, las prisas.

diciembre 19, 2005 8:56 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues si, y no.
Cierto es que hay problemas de convivencia que necesitan ser resueltos (y no solo en BCN). Las botellonas, que cuando son un grupo de 5 no pasa nada y cuando el grupo son 2500 tipos se convierte en un problema serio de convivencia, podrían controlarse. Se puede hacer una norma estricta sobre el consumo de alcohol y aplicarla con cierta "ceguera parcial" de las fuerzas de seguridad, pero no es necesario. Hablo de las multas (que existen desde hace muchos años) por mear en la calle. Despachate a gusto con los meones, y las botellonas se disolverán solas, y aunque las seguirá habiendo, serán de modo tan disperso que no molestarán. Que una prostituta busque sus clientes en la calle no debería ser delito puesto que contratar a una prostituta (incluso en la calle) ya lo es. Fastidia a los clientes y serán las protitutas (y los "promotores") los que se afanarán por recuperar la discrección y la seguridad en el barrio, en pro de la buena convivencia.
Bastaría con aplicar las sanciones que ya existen en los sitios adecuados, en los momentos adecuados.
El texto tenía (¿tiene?) buena intención pero lo que les ha salido parece más propio de una chaqueta verde con estrellas y una gorra de plato que de un político conciliador de vecinos. En algún punto perdieron el paso.
País de listos...

diciembre 19, 2005 11:22 a. m.  
Blogger Peribanyez said...

Buenas.
Lavs, la intervención de los poderes públicos para facilitar la convivencia tiene sentido. Seguro que se han encontrado problemas que no han sabido cómo resolver, pero me pareces blando en la crítica y comprensivo en exceso.
¿Sabes que han prohibido colgar pancartas de protesta en los balcones? No se me ocurre qué problema social pueden querer corregir obligando a quitar las quejas de los vecinos del Carmelo....
Yo estoy más bien con Uno. Estrechez de miras y prepotencia del "consistorio".
Ah, y lo de promulgar leyes para aplicar luego "ceguera parcial" me parece indignante... Me gusta más lo de multar a los meones, fíjate.
:)

diciembre 19, 2005 6:53 p. m.  

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